El charango tradicional según Bonny Alberto Terán
Uno de los exponentes más importantes del charango tradicional boliviano es, sin lugar a dudas, Bonny Alberto Terán. Pocos pueden presumir de una carrera tan relevante que lo ha llevado a ser un referente del estilo k’alampeado no solo en Bolivia, sino en todo el mundo. En 2019 recibió numerosos reconocimientos por sus 50 años de trayectoria artística.
Bonny Alberto Terán, cuyo verdadero nombre es Bonifacio, nació en Caripuyo, un pequeño pueblo en la provincia profunda de esa área mágica del altiplano andino llamada Norte de Potosí. ¿Por qué mágico? Porque es quizás el área más densamente habitada por tradiciones, cantos, músicas y músicos para quienes el charango no es solo un instrumento musical, sino un patrimonio cultural vivo y activo, un elemento imprescindible de la vida cotidiana de las personas y la comunidad. Aunque es difícil afirmarlo con certeza, es muy probable que aquí se originó el famoso estilo k’alampeado, una de las expresiones más antiguas, rurales y puras del charango.
Bonny Alberto Terán comenzó a tocar desde muy joven. Como solía suceder en aquel entonces, aprendió escuchando e imitando a su padre, también charanguista. Con el tiempo, sin embargo, comenzó a tener un éxito particular, que lo llevó a decidir dedicarse solo y exclusivamente a la música y lo llevó a conocer, en los años 60, a Lauro Discos. Un encuentro ciertamente fundamental, porque Lauro fue el primer y más importante sello de producción musical boliviano que, gracias a una visión aguda, albergaba en su estudio a muchos músicos dispuestos a grabar sus canciones. Muchos artistas destinados a escribir la historia de la música andina provinieron de los estudios de Lauro y de los festivales que organizaba: el más famoso probablemente, además del propio Bonny, es el grupo Los Kjarkas, o también el grupo Amaru.
El éxito de las grabaciones de Bonny Alberto Terán fue prácticamente inmediato y fue tan contundente que Lauro tuvo que adquirir nuevas máquinas de impresión para satisfacer la creciente demanda. Aunque no era el único que tocaba k’alampeo en los micrófonos de Lauro, era, sin embargo, el único que lo hacía con un estilo tan inconfundible.
Un nuevo movimiento cultural
Según un gran maestro charanguista, Alfredo Coca, se puede afirmar que el trabajo de Bonny fue tan relevante que dio vida a un movimiento cultural, siendo el primero en llevar la música rural, con su estilo específico, al contexto urbano.
Los estudiantes universitarios comenzaron a cantar sus temas más famosos: Basta corazón, Caripuyo torrecita, famosos en todo el país, estaban de moda. Así nació en Bolivia un movimiento cultural de gran aprecio hacia el patrimonio cultural tradicional.
Bonny es un mito para muchas personas que aprendieron a apreciar su música sin conocerlo personalmente… era su música la que se escuchaba. Para muchas personas fue como una aparición. El valor que tiene para nuestra cultura debe hacernos sentir orgullosos. Esta riqueza puede producir cambios culturales, y debemos sentirnos orgullosos de ello porque proviene de nuestra tierra, de nuestras costumbres, de nuestra tradición.
Alfredo Coca
El secreto del k’alampeo
El k’alampeo de Bonny es a la vez intrincado y fluido. Sus figuras rítmicas siguen el canto con naturalidad, pero resultan difíciles de imitar precisamente por su gran personalidad. De hecho, si para muchos es difícil distinguir a simple escucha un charanguista que toque k’alampeado, Bonny Alberto Terán sigue siendo inconfundible incluso para los menos entendidos. ¿Cuál es el secreto de su estilo?
El legado de Bonny Alberto Terán
El impacto de Bonny Alberto Terán en la música boliviana es innegable. A través de sus grabaciones, popularizó el k’alampeo y llevó la música rural a un público más amplio, generando un renovado interés por las raíces culturales de Bolivia. Hoy en día, son muchos los músicos que se inspiran en su estilo y continúan con la tradición del k’alampeo.
Además de su contribución a la música, el legado de Bonny también se refleja en la conciencia social y cultural que generó en Bolivia. Su éxito demostró que la música tradicional tenía un lugar en el ámbito urbano y que, lejos de ser motivo de discriminación, era motivo de orgullo. Gracias a su trabajo, muchas personas en Bolivia aprendieron a valorar y apreciar su patrimonio cultural y a identificarse con las tradiciones de su país.
En resumen, Bonny Alberto Terán fue un músico excepcional cuyo talento y pasión por la música dejaron una huella indeleble en la historia de la música boliviana. Su legado sigue vivo en las nuevas generaciones de músicos y en el corazón de todos aquellos que, a través de su k’alampeo, han encontrado una conexión con sus raíces y su cultura.